La Paradoja de Alicia: Cuando la Incertidumbre Gobierna tu Negocio
En la célebre novela Alicia en el País de las Maravillas, hay un encuentro que, a pesar de su fantasía, ilumina una verdad cruda del mundo empresarial. Alicia, perdida, se topa con el Gato de Cheshire y le pregunta: «¿Qué camino debo tomar?». El gato, con su sonrisa enigmática, le devuelve la pregunta: «¿Adónde quieres ir?». Cuando Alicia confiesa que no lo sabe, el gato sentencia: «Entonces, no importa qué camino tomes.»
Este diálogo resume la esencia de la incertidumbre en los negocios. Si una empresa carece de un objetivo definido, su destino es, por necesidad, incierto. Esta ausencia de dirección se convierte en la rendición más grande: es como abrir la cortina de tu negocio y susurrar con resignación: «Dios proveerá.»
Si te encuentras varado en esta encrucijada, la única salida es forzar el cambio. Debes tomar decisiones que te empujen a definir y ejecutar una estrategia de negocios. Es una máxima fácil de pronunciar y brutalmente difícil de implementar. La pregunta fundamental no es solo qué hacer, sino ¿por dónde diablos empezar?
Propongo desglosar este camino en pasos sencillos, una hoja de ruta para el próximo ciclo evolutivo de tu empresa:
- Define tu Norte: La Meta de Ventas
El punto de partida más elemental es establecer una meta de ingresos para el próximo año. Pero cuidado: no se trata de tomar las ventas del año anterior y aplicarles un incremento porcentual arbitrario. He observado demasiados negocios que cubren esta cuota simplemente inflando precios, un espejismo que no conduce al crecimiento real. El crecimiento debe ser orgánico y estratégico, no una ilusión inflacionaria.
- Asume tu Presupuesto de Marketing
Si has superado la etapa anterior, debes enfrentarte al presupuesto de mercadotecnia. Tu negocio necesita promoción, sí o sí. Existe una peligrosa ilusión de ser «muy conocido». Si realizas una encuesta honesta, descubrirás que muy pocos fuera de tu círculo inmediato conocen realmente tu propuesta de valor o, peor aún, lo que ofreces. Invierte en ser visto.
- Observa la Competencia sin Confianza Ciega
Incluso si te consideras el líder indiscutible en tu sector, no te confíes. Nadie posee el conocimiento absoluto. Observar atentamente lo que hacen tus competidores—sus innovaciones, sus errores—puede ser la llave para identificar nuevas oportunidades y tendencias que de otra forma te serían invisibles.
- Piensa en el Horizonte de 5 y 10 Años (Visión)
Sé que es complejo planear la próxima década si el próximo año ya es una nebulosa. Pero este es precisamente el momento de preguntarte: ¿Dónde quieres que esté tu negocio en cinco o diez años? Esta pregunta es el cimiento de tu Visión empresarial. Si no la tienes, estás renunciando al futuro.
- Establece tu Misión y Rompe el Molde
Al tocar el tema de la visión, inevitablemente llegamos a la Misión. He visto dos razones principales para que una empresa tenga una misión: la primera, es un requisito para una certificación de calidad; la segunda, es una simple copia de otras empresas. Copiar no es el problema; el problema es copiar solo el texto. La misión y visión terminan siendo frases poéticas y vacías, reducidas a cumplir un requisito y sin aportar una dirección real a la operación diaria. Tu misión debe ser un mandato funcional, no un adorno literario.
- Comprométete con tus Colaboradores
Tus trabajadores son el motor de tu estrategia. De alguna forma, tienes que comprometerte con ellos. Si bien el dinero puede tener limitaciones, el desarrollo y el crecimiento de tu talento son fundamentales. Pensar en el bienestar de tus empleados no solo reduce la rotación de personal, sino que fomenta una identificación genuina con la empresa, lo que garantiza el apoyo a los objetivos estratégicos.
- Regula y Documenta tu Operación
Este punto nos lleva a la reglamentación y regulación interna de tu empresa. Revisa tus contratos y reglamentos. Ten en cuenta que nadie puede seguir reglas que no conoce. No busques la perfección inmediata; comienza con un contrato muy básico. La naturaleza evolutiva de tu propio negocio te guiará gradualmente a mejorarlo y perfeccionarlo.
Cada año es un desafío. Los cambios a nivel local, nacional y global son inevitables y constantes. Esto implica que hay poco margen para la improvisación. Estos siete puntos son los «siete nortes» que puedes aplicar en tu negocio. Espero que te sirvan de brújula en tu camino hacia el crecimiento y la estabilidad.


